¡¡Hola
a todos!! Y bienvenidos de nuevo a mi blog hoy vamos a hablar primero de todo el
territorio de la DOCa Rioja, para posteriormente introducirnos de lleno a la
zona de la Rioja Baja donde se encuentran nuestros viñedos y lo relacionaremos
directamente con nuestros vinos explicando por último el proceso de elaboración.
La
Rioja, territorio relativamente pequeño situado en el norte de España. Esta
región es característica, por la confluencia de dos climas, el atlántico y el
mediterráneo que originan temperaturas suaves y precipitaciones anuales algo
superiores a 400 l/m2 y por su tipo de suelo con estructura
equilibrada, ligeramente alcalino, pobre en materia orgánica y con moderada
disponibilidad hídrica durante el verano.
Partiendo de estas características generales, la denominación posee una variedad de suelos, así como de micro-climas, que otorgan a los vinos unas características únicas que permiten, en función de las variedades y técnicas de cultivo aplicadas, elaborar vinos con una personalidad diferenciada.
Partiendo de estas características generales, la denominación posee una variedad de suelos, así como de micro-climas, que otorgan a los vinos unas características únicas que permiten, en función de las variedades y técnicas de cultivo aplicadas, elaborar vinos con una personalidad diferenciada.
El reglamento reconoce la existencia de tres subzonas con características vitivinícolas diferenciadas:
- La Rioja Alta: predomina el clima atlántico, con precipitaciones anuales que oscilan entre 440 mm y 650 mm. Sus suelos se reparten entre los arcillo- calcáreos, arcillo ferrosos y aluviales.
- La Rioja Alavesa: predomina el clima atlántico, con precipitaciones anuales que oscilan entre 400 mm y 600 mm. Sus suelos son arcillo calcáreos y son situados en terrazas y pequeñas parcelas.
- La Rioja Baja: posee un clima más seco y cálido debido a la influencia mediterránea, con precipitaciones anuales que oscilan entre 370 mm y 430 mm predominando en ella los suelos aluviales y arcillo-ferrosos.
Nuestros
viñedos se localizan en la Rioja Baja, la zona vitícola riojana menos conocida
o menos reconocida. La describo así porque la mayor parte de las bodegas
“importantes” de Rioja se encuentran en la Rioja Alta y Alavesa, estas siempre
describen su zona como la mejor para el cultivo de vinos de calidad otorgando
de manera voluntaria o involuntaria un mayor prestigio a estas zonas y
olvidándose de informar que muchas de estas bodegas poseen grandes superficies
de viñedo en la Rioja Baja.
Por ello, se puede afirmar que en La Rioja Baja podemos encontrar vinos de la misma calidad que en el resto de las zonas vitícola de Rioja, con unos paisajes espectaculares, es por eso que animo desde aquí, a la gente a que venga esta zona, visite sus pueblos, sus viñas y conozca sus bodegas, que, si bien es verdad que no tienen el mismo potencial enoturístico que las grandes bodegas de Rioja Alta, tienen el encanto y el cariño que solo una bodega familiar puede dar.
Gracias a las características de esta zona (el clima, el suelo, la radiación solar, etc.) se consiguen buenas cosechas con uvas en su estado óptimo de maduración. Son estas uvas las que permiten elaborar vinos con más cuerpo, más color y de cálida graduación siendo muy aptos para el envejecimiento en barrica.
Haciendo
hincapié en nuestras viñas, encontramos 35 Ha trabajadas con el mismo objetivo,
la obtención de un vino que destaque por sus características ya que como
dijimos en la primera entrada, nuestro vino carece de calidad extrínseca.
La
vendimia se inicia cuando nuestro enólogo tras realizar varios análisis,
dictamina el estado óptimo de las uvas.
Se realiza una vendimia mayoritariamente mecánica exceptuando las parcelas más antiguas cultivadas en vaso que se vendimian manualmente. Las uvas son transportadas a la bodega en remolques.
Una
vez en la bodega se realiza la recepción de la uva, que después de su análisis
se introduce en la tolva, se despalilla y se almacena en los depósitos de
fermentación para que realice la primera fermentación, la fermentación
alcohólica, en la cual las levaduras convierten el azúcar de las uvas en
alcohol. Esta etapa suele durar entre 7 y 10 días y durante los cuales se
controla la temperatura mediante la refrigeración de los depósitos con dobles
camisas que impiden que aumente la temperatura del mosto manteniendo así una
temperatura óptima para que las levaduras no se mueran y realicen la
fermentación.
Una
vez finalizada, se prensa, y después de esta fase se analizan todos los vinos y
se preparan para la segunda fermentación, la fermentación maloláctica, en ella
el ácido málico del vino es transformado por las bacterias lácticas en ácido
láctico.
Cuando
el contenido en málico disminuye y se da por terminada esta fermentación, se
vuelven a analizar los vinos y se protegen para que no actúen las bacterias
acéticas.
Llegados
a este punto, el vino ya está terminado y la labor de nuestra bodega casi está
finalizada, porque como ya dijimos, el vino se vende a granel y al final, es la
bodega compradora quien realiza los últimos pasos y decide el nuevo camino de
este vino.
El traslado del vino a la bodega compradora se realiza en camiones cisterna.
El traslado del vino a la bodega compradora se realiza en camiones cisterna.
Podemos
detallar que para que nuestro vino este acogido en la DOCa Rioja es necesario
que pase el control de calificación, otorgado por el Consejo Regulado Origen
Rioja. Para ello, nuestros caldos pasan dos controles, un primer control
analítico con parámetros estipulados y otro sensorial.
Para
finalizar, recordaros que somos una bodega familiar, que, a partir de unas
condiciones económicas no muy elevadas, mimamos nuestros viñedos y nuestros
vinos, tratando de elaborar un vino de calidad a pesar de tener unos recursos
más limitados.
Y hasta aquí la entrada de hoy, os espero en la siguiente.
Un saludo y ¡Viva el vino!
Y hasta aquí la entrada de hoy, os espero en la siguiente.
Un saludo y ¡Viva el vino!
No hay comentarios:
Publicar un comentario