jueves, 2 de marzo de 2017

Paso a paso...

¡¡Hola a todos!! Y bienvenidos de nuevo a mi blog hoy vamos a hablar primero de todo el territorio de la DOCa Rioja, para posteriormente introducirnos de lleno a la zona de la Rioja Baja donde se encuentran nuestros viñedos y lo relacionaremos directamente con nuestros vinos explicando por último el proceso de elaboración.

La Rioja, territorio relativamente pequeño situado en el norte de España. Esta región es característica, por la confluencia de dos climas, el atlántico y el mediterráneo que originan temperaturas suaves y precipitaciones anuales algo superiores a 400 l/m2 y por su tipo de suelo con estructura equilibrada, ligeramente alcalino, pobre en materia orgánica y con moderada disponibilidad hídrica durante el verano.

Partiendo de estas características generales, la denominación posee una variedad de suelos, así como de micro-climas, que otorgan a los vinos unas características únicas que permiten, en función de las variedades y técnicas de cultivo aplicadas, elaborar vinos con una personalidad diferenciada.


El reglamento reconoce la existencia de tres subzonas con características vitivinícolas diferenciadas:
  •      La Rioja Alta: predomina el clima atlántico, con precipitaciones anuales que  oscilan entre 440 mm y 650 mm. Sus suelos se reparten entre los arcillo- calcáreos, arcillo ferrosos y aluviales.
  •          La Rioja Alavesa: predomina el clima atlántico, con precipitaciones anuales que oscilan entre 400 mm y 600 mm. Sus suelos son arcillo calcáreos y son situados en terrazas y pequeñas parcelas.
  •     La Rioja Baja: posee un clima más seco y cálido debido a la influencia mediterránea, con precipitaciones anuales que oscilan entre 370 mm y 430 mm  predominando en ella los suelos aluviales y arcillo-ferrosos.

Nuestros viñedos se localizan en la Rioja Baja, la zona vitícola riojana menos conocida o menos reconocida. La describo así porque la mayor parte de las bodegas “importantes” de Rioja se encuentran en la Rioja Alta y Alavesa, estas siempre describen su zona como la mejor para el cultivo de vinos de calidad otorgando de manera voluntaria o involuntaria un mayor prestigio a estas zonas y olvidándose de informar que muchas de estas bodegas poseen grandes superficies de viñedo en la Rioja Baja.

Por ello, se puede afirmar que en La Rioja Baja podemos encontrar vinos de la misma calidad que en el resto de las zonas vitícola de Rioja, con unos paisajes espectaculares, es por eso que animo desde aquí, a la gente a que venga esta zona, visite sus pueblos, sus viñas y conozca sus bodegas, que, si bien es verdad que no tienen el mismo potencial enoturístico que las grandes bodegas de Rioja Alta, tienen el encanto y el cariño que solo una bodega familiar puede dar.

Gracias a las características de esta zona (el clima, el suelo, la radiación solar, etc.) se consiguen buenas cosechas con uvas en su estado óptimo de maduración. Son estas uvas las que permiten elaborar vinos con más cuerpo, más color y de cálida graduación siendo muy aptos para el envejecimiento en barrica.




Haciendo hincapié en nuestras viñas, encontramos 35 Ha trabajadas con el mismo objetivo, la obtención de un vino que destaque por sus características ya que como dijimos en la primera entrada, nuestro vino carece de calidad extrínseca.




La vendimia se inicia cuando nuestro enólogo tras realizar varios análisis, dictamina el estado óptimo de las uvas. 
Se realiza una vendimia mayoritariamente mecánica exceptuando las parcelas más antiguas cultivadas en vaso que se vendimian manualmente. Las uvas son transportadas a la bodega en remolques.




Una vez en la bodega se realiza la recepción de la uva, que después de su análisis se introduce en la tolva, se despalilla y se almacena en los depósitos de fermentación para que realice la primera fermentación, la fermentación alcohólica, en la cual las levaduras convierten el azúcar de las uvas en alcohol. Esta etapa suele durar entre 7 y 10 días y durante los cuales se controla la temperatura mediante la refrigeración de los depósitos con dobles camisas que impiden que aumente la temperatura del mosto manteniendo así una temperatura óptima para que las levaduras no se mueran y realicen la fermentación.
Una vez finalizada, se prensa, y después de esta fase se analizan todos los vinos y se preparan para la segunda fermentación, la fermentación maloláctica, en ella el ácido málico del vino es transformado por las bacterias lácticas en ácido láctico.
Cuando el contenido en málico disminuye y se da por terminada esta fermentación, se vuelven a analizar los vinos y se protegen para que no actúen las bacterias acéticas.




Llegados a este punto, el vino ya está terminado y la labor de nuestra bodega casi está finalizada, porque como ya dijimos, el vino se vende a granel y al final, es la bodega compradora quien realiza los últimos pasos y decide el nuevo camino de este vino.
El traslado del vino a la bodega compradora se realiza en camiones cisterna.






Podemos detallar que para que nuestro vino este acogido en la DOCa Rioja es necesario que pase el control de calificación, otorgado por el Consejo Regulado Origen Rioja. Para ello, nuestros caldos pasan dos controles, un primer control analítico con parámetros estipulados y otro sensorial.




Para finalizar, recordaros que somos una bodega familiar, que, a partir de unas condiciones económicas no muy elevadas, mimamos nuestros viñedos y nuestros vinos, tratando de elaborar un vino de calidad a pesar de tener unos recursos más limitados.

Y hasta aquí la entrada de hoy, os espero en la siguiente.

Un saludo y ¡Viva el vino!


miércoles, 15 de febrero de 2017

Primera entrada

 ¡Hola a todos! 

Para comenzar el blog, vamos a empezar hablando sobre la historia y filosofía de la bodega, así como de algunas características generales de ella.

Bodegas y Viñedos Fuente Rubía, se puede describir como una pequeña bodega de una familia de agricultores “de los de toda la vida” situada en el término municipal de El Villar de Arnedo, La Rioja.
La bodega comenzó a construirse en el año 2002, siendo su primera vendimia la del año 2003. La  capacidad de la bodega es de 1 millón de litros.






La historia agrícola de la familia se remonta aproximadamente al año 1900 cuando la familia adquiere sus primeros viñedos, pero es en los años 60, cuando Félix Espinosa y Basilia Martínez comenzaron a trabajar estas viñas pensando en un futuro proyecto vitivinícola. A partir de entonces la familia fue ampliando el terreno de viñedo con la compra de nuevas viñas.

Hoy en día contamos con 36 hectáreas de superficie de viñedo, en su mayoría de la variedad Tempranillo, la variedad mayoritaria y característica en DOCa Rioja.
Además de la uva de nuestros propios viñedos, situados en los municipios de El Villar de Arnedo, Tudelilla, Ausejo y Ocón, recibimos uva de varios agricultores de la zona (Tudelilla, Bergasa, Sartaguda, Azagra entre otros).

Nuestra filosofía es tener al viñedo como principal protagonista, siendo tan importante que se decidió poner el nombre de una de nuestras fincas más representativas a la propia bodega.





Actualmente, la bodega y los viñedos son trabajados por la segunda generación de la familia, que hace que nuestros vinos tengan una clara marca de tradición, que tanto gusta en nuestra tierra, junto con pequeños aportes de la tercera generación la cual aporta frescura y nuevas ideas, más modernas e innovadoras, que hacen que nuestros vinos estén a la orden del día.

Por último, destacar una de las características principales de la bodega, la venta a granel de nuestros. Al no embotellar, grandes grupos de bodegas se interesan por nuestros caldos de calidad, llegando a formar parte de grandes vinos de Rioja.





Después de hablar un poco sobre la historia de la familia, cabe hacer hincapié en lo que probablemente sea lo que más os haya llamado la atención, la venta a granel de nuestros vinos.





Muchos de vosotros pensareis que la venta a granel viene de la mano de vinos de parcelas de mucha producción en los cuales la calidad pasa a un segundo plano. Y este es uno de los motivos de creación de este blog, en el que quiero demostrar que aunque el vino se venda a granel, el objetivo de la familia siempre ha sido sacar el máximo partido a nuestros viñedos para que produzcan uvas de calidad y a partir de ello, poder crear vinos cuyas características hablen por si solas a la hora de convencer al enólogo de la bodega compradora.

Se debe tener en cuenta, que nuestro beneficio se obtiene al vender el vino y que hablamos de un vino que su punto fuerte es la calidad intrínseca, es decir, el vino se valora por sus propias características y por las sensaciones que produce al catarlo ya que no podemos llamar la atención del comprador con un nombre o una etiqueta  llamativa.

Como ya sabéis el mercado del vino es muy complicado y tiene muchos competidores. Entre ellos, se encuentran todo tipo de empresas, en las que podemos destacar bodegas de gran tamaño, con elevado potencial económico, que se pueden permitir grandes estrategias de marketing para potenciar la venta de sus vinos y así introducirlos en todos los mercados tanto a nivel nacional como internacional. 

Solamente en la DOCa Rioja, haciendo referencia a datos del 2010, en el registro del Consejo Regulador hay inscritos 810 titulares de bodega de los cuales 315 son cosecheros (pequeñas bodegas), 37 son cooperativas, 83 almacenistas y 375 criadores. También destacar este año 2016 en DOCa Rioja se han elaborado 318.5 millones de litros de vino a partir de 442.4 millones de kilos de uva según detalló el Consejo Regulador DOCa Rioja.

Con estos datos, bodegas pequeñas como nosotros tenemos que diferenciarnos y hacernos un pequeño hueco en este mercado, buscando técnicas diferenciadoras que produzcan un vino que llame la atención de los compradores. 

Y con esto, finalizamos la entrada de hoy, nos vemos en la siguiente. 

Un saludo y ¡ Viva el Vino!